Este elemento se relaciona con la mente, la percepción y la expresión, más precisamente asociadas a la interacción personal, las formas de pensamiento y las ideas abstractas.
Los signos de Aire expresan la energía vital asociada a la respiración, aquello que los Yoguis denominan prana, este reino del Aire es el mundo de las ideas arquetípicas ocultas detrás del velo de lo físico.
La energía cósmica se manifiesta en pautas específicas de pensamiento. Los signos de Aire experimentan una necesidad profunda de desprenderse de las experiencias inmediatas para así obtener objetividad, perspectiva y un enfoque racional reflexivo.
Géminis: la Luna Geminiana experimenta una mentalidad inquieta y curiosa, la verdad es su razón de ser y se muestra accesible para todos. La unión de las cualidades emocionales de la Luna con las analíticas del planeta Mercurio hacen de esta combinación a un individuo con una viva imaginación y una fuerte expresión verbal.
Libra: el signo de la belleza y el equilibrio ejerce una especial armonía con la fragilidad y feminidad de la Luna. En esta fusión con Venus observaremos a un individuo amante de las relaciones y la vida social, que percibe conscientemente a los demás como individuos y desea la conciliación y el amor sobre todas las cosas.
Acuario: en Acuario encontramos a una Luna capaz de ejercer el desapego como en ningún otro signo, ese desprendimiento de lo ordinario del día a día le permite observar y analizar las cosas desde una óptica más amplia. En este caso la Luna combina sus energías con otros dos planetas, Saturno y Urano, el primero la tiñe de rigidez y responsabilidad mientras el segundo le aporta una rebeldía particular, la misma que utiliza para desprenderse de lo mundano a través del pensamiento.