La entrada del Sol en el signo de Tauro ofrece una apertura energética para cada uno de los doce signos del zodiaco, como también dicta tendencias en su tránsito y a través de sus conexiones con otros planetas.
Su primera conexión en los primeros grados de Tauro es con el planeta Mercurio quien expresa e invita a la comunicación, a la expresión y materialización de las ideas y la puesta en marcha de proyectos de negocios. De esta manera este primer contacto tratándose de una conjunción, es decir que encuentra a ambos planetas en el mismo grado matemático, potencia y fusiona la energía de ambos dirigiendo con vitalidad e individualismo las ideas y comunicaciones a fin de lograr la realización de un propósito.
Se trata de un mes de mucha mentalidad, apreciación y cierto materialismo, que si es bien usado puede conducir a una mejora en las finanzas y un crecimiento del poder adquisitivo.
Una oposición con el nodo norte en Libra pone foco en la necesidad de reconocer aquello que hemos venido a hacer en este mundo, nuestro camino evolutivo, se percibe una prisa por hacer uso de los talentos y de hecho lograr que al fin eso que amas sea lo mismo que te de sustentabilidad económica, en palabras más concretas convertir tu pasión en profesión. Esto se potencia con el ajuste en la configuración de la Gran Cruz Cardinal que se está dando en esta última quincena de abril y la cual presiona cuatros centros de la carta astral que sin dudas no volverán a ser los mismos y recibirán una limpieza cósmica.
Por último y dirigiéndonos hacia el paneta Venus que rige a Tauro y por tanto tiene protagonismo ya que trabaja como mano derecha del Sol, la encontramos directa en Piscis y formando un trino favorable con Saturno sugiriendo un mayor compromiso con la espiritualidad que hace evidente la necesidad de alimentar el alma y no solo el cuerpo.