La población podría, tranquilamente, dividirse entre aquellos que creen en los videntes y aquellos que no. Es una idea popular muy extendida que las personas con el don de la clarividencia no existen, sino que se trata simplemente de estafadores, que buscan aprovecharse de personas ingenuas con curiosidad por su destino. Incluso muchos religiosos consideran que la videncia es sombría y herética.
Lo que todas estas personas ignoran es que los videntes realmente existen desde tiempos remotos. En todas las civilizaciones destacadas, y en el mundo como lo conocemos hoy, siempre hubo personas con la capacidad de predecir eventos del futuro, adivinar experiencias pasadas e interpretar los signos para saber sobre el estado de las cosas.
No se trata de ningún tipo de magia, sino simplemente de un don para percibir con mayor sensibilidad, y para interpretar las señales con gran precisión.
¿Cómo identificar a los verdaderos videntes?
Una persona con el don de percibir y predecir más allá de lo normal no necesita impresionar con sus habilidades. En una consulta, un verdadero vidente no intentará abrumarte con datos generales sobre tu vida solamente para ganar tu confianza. Lo que un verdadero vidente hará será interpretar tu energía, tu tono de voz, tu postura y tu aura para llegar a alguna conclusión o permitirse alguna estimación sobre el futuro.
Algunos videntes precisan de elementos accesorios como para realizar sus lecturas. Algunos, por ejemplo, utilizan las virtudes de las cartas del Tarot. Otros precisan de un contacto físico, como tomar la mano del consultante, para interpretar con claridad. Pero en todos los casos, si se trata de un verdadero vidente, su don se verá claramente, y ayudará a comprender mejor muchos aspectos de la vida.